Y ahora que ya ha empezado el colegio, las extraescolares pasan a ser las protagonistas por unos días para su elección.... fútbol, basket, voley, patinaje, tenis, baile, ballet, música, piano, cante, sevillanas, ajedrez, idiomas, kumon, rítmica, manualidades, pintura, robótica........ Sea como sea y sea por lo que sea creo debemos detenernos un momento y reflexionar..... ¿No los estamos sobrecargando demasiado?.
Lo se lo se, que para muchos son Benditas extraescolares, y digo benditas porque son las "salvaausencias" o la manera de "tenerlos entretenidos" mientras acabamos de currar los progenitores.... todo y así hay mucha gente que ni con esas....maldita conciliación en nuestro país... Conciliacojones en muchos de los casos.
Pero no quiero meter el dedo en la llaga aún más si cabe....
Hoy hablo de extraescolares pero porque quizás deberíamos reflexionar un poco al respecto.... Porque ya sea por conciliación, por tenerlos entretenidos, porque toca, porque se han de hacer hemos de ser muy comedidos en la cantidad y ya no digamos en dejarles opinar al respecto (las imposiciones no acaban de funcionar, créeme y da igual que haga menos que el vecino de enfrente... que se nos va la olla muchas veces).
Sea por lo que sea.... ¿no los estamos sobrecargando un poco?.
¿Somos conscientes de que los niños han de tener tiempo de juego?, tiempo incluso hasta de aburrirse que no pasa nada, tiempo para merendar una tarde con la calma por ejemplo....... Les metemos tanta caña a veces que no somos realmente conscientes de que su día a día parece una contra reloj, y les estamos enseñando a vivir con prisas... demasiadas.... y no toca... ya correrán cuando tengan que correr que la vida ya les llevará a ello.
Hemos de dejarles tiempo verdaderamente "libre"... donde puedan dejar volar su creatividad y sus ganas de hacer precisamente lo que les apetezca.
Ni qué decir tiene que cuando empiezan según qué cursos ya tienen sus deberes y no veo yo muy bien eso de que tengan que llegar a casa a las 19:30 (con suerte) y ponerse a hacer las tareas para el cole, porque a las 19:30 h. ya están cansados de todo el día y les va a costar horrores ponerse a ello.... y puede acabar como el rosario de la aurora porque a esas horas todos estamos cansado y los niveles de paciencia están bajo mínimos.
Soy muy defensora de los horarios bien estructurados, llámame alemana si quieres, y a las 19:30 h. por ejemplo en casa la peque ya disfruta de su baño, su pijama, su crema hidratante y son momentos de jugar un poco incluso de ver un rato la tele si todo está organizado y acabado.
Soy la primera que lleva a la peque a extraescolares, una elegida por ella que como ya sabéis es karate y otra elegida por nosotros que es el inglés. A partir de ahí lo otro lo invertimos en repaso escolar y deberes, que como generalmente a esas horas no estamos va a una profesora de confianza y que hace muchos años empezó a ayudar a la mayor. Pero también tiene tiempo de aburrirse, de crear, de pintar, de ver un video, de bailar una canción incluso de tumbarse en el sofá a la bartola.
Leía el otro día un artículo de Enrique Orschanski, pediatra y escritor. Y hubo una frase que me dió que pensar y que quiero plasmarla aquí para acabar.
Sea por lo que sea.... ¿no los estamos sobrecargando un poco?.
¿Somos conscientes de que los niños han de tener tiempo de juego?, tiempo incluso hasta de aburrirse que no pasa nada, tiempo para merendar una tarde con la calma por ejemplo....... Les metemos tanta caña a veces que no somos realmente conscientes de que su día a día parece una contra reloj, y les estamos enseñando a vivir con prisas... demasiadas.... y no toca... ya correrán cuando tengan que correr que la vida ya les llevará a ello.
Hemos de dejarles tiempo verdaderamente "libre"... donde puedan dejar volar su creatividad y sus ganas de hacer precisamente lo que les apetezca.
Ni qué decir tiene que cuando empiezan según qué cursos ya tienen sus deberes y no veo yo muy bien eso de que tengan que llegar a casa a las 19:30 (con suerte) y ponerse a hacer las tareas para el cole, porque a las 19:30 h. ya están cansados de todo el día y les va a costar horrores ponerse a ello.... y puede acabar como el rosario de la aurora porque a esas horas todos estamos cansado y los niveles de paciencia están bajo mínimos.
Soy muy defensora de los horarios bien estructurados, llámame alemana si quieres, y a las 19:30 h. por ejemplo en casa la peque ya disfruta de su baño, su pijama, su crema hidratante y son momentos de jugar un poco incluso de ver un rato la tele si todo está organizado y acabado.
Soy la primera que lleva a la peque a extraescolares, una elegida por ella que como ya sabéis es karate y otra elegida por nosotros que es el inglés. A partir de ahí lo otro lo invertimos en repaso escolar y deberes, que como generalmente a esas horas no estamos va a una profesora de confianza y que hace muchos años empezó a ayudar a la mayor. Pero también tiene tiempo de aburrirse, de crear, de pintar, de ver un video, de bailar una canción incluso de tumbarse en el sofá a la bartola.
Leía el otro día un artículo de Enrique Orschanski, pediatra y escritor. Y hubo una frase que me dió que pensar y que quiero plasmarla aquí para acabar.
"Un niño con agenda apretada se siente solo"
Sentido común por favor.
Mamadedos
Y tanto. Este año, la mayor sólo tendrá teatro en el colegio, porque es su actividad preferida, y la petite ninguna, porque la tercera hora de inglés es un viernes a las 15.30!!!!
ResponderEliminarFuera del horario del colegio, tienen 2 horas de zumba a la semana. Y van porque ellas lo han pedido. Algunas veces, la petite me dice que no le apetece, y oye, que tampoco la voy a forzar, que sólo tiene 5 años.
Pero luego veo a niños, de incluso menos edad, que están apuntados a mil cosas, dentro del horario escolar, y fuera del mismo. Con razón, a las 8 caen rendidos en la cama. Pero... Los padres disfrutan de sus hijos en esas horas de extraescolares??? Noooooo. Más luego la tarea que tengan que hacer.
Creo que muchos padres quieren desprenderse de sus hijos, o forzarlos a hacer una actividad que les gusta a ellos, más que preguntar a sus propios hijos qué quieren hacer.
Yo lo tengo claro. Dentro de las posibilidades que se nos ofrezcan, y podamos, preguntamos a nuestros hijos sobre qué quieren hacer y qué quieren dejar de hacer. Les podemos guiar, pero nunca obligar.