Hoy le toca el turno a la A..... La A de amor, Amistad, adolescencia, admiración, pero también de adiós......
Parece contradictorio que relacione el adiós con la maternidad ..... cuando debería ser un Hola!!!!! Pero no... En mi caso dije hola, para luego decir adiós....
Además de decir adiós a muchas cosas cuando te conviertes en madre ( no es plan de enumerarlas aquí que acabaremos depres....).... Mi adiós es otro........
Es el adiós que le he de decir a mi hija mayor cuando se va con su padre.... Lo se.... Por decisión propia, así que el adiós es una consecuencia de una decisión que tomé en un momento determinado de mi vida antes de cumplir los 30.... Pero aunque lo decidí yo solita..... Ese adiós es tremendo..... No me gusta..... Me inquieta, y con el paso del tiempo que se supone debería ser más fácil, a mi se me hace más complicado......
Ese adiós da el pistoletazo de salida a la Ausencia ( casualidad que empieza con A)
Es un adiós que hace se me ponga un nudo en el estómago, un adiós que me entristece, un adiós que hace que mi alma se nuble hasta que vuelve...... Me rasga y me quedo incompleta hasta su regreso..........
Se, por experiencia, que la vida al fin y al cabo es eso... Idas y venidas, holas, adioses..... A los holas es fácil habituarse, a los adioses una no se acostumbra jamás... Despedirse, ya sea temporalmente o definitivamente es muy duro.
Mi primer adiós fue a mi padre.... Yo ya era mamá...... Y era un adiós definitivo, un adiós injusto por su premura en el tiempo, un adiós impuesto.........un adiós que me niego a aceptar, un adiós que nunca estaré conforme, un adiós que con el paso de los años he entendido que es físico.... Nada más......
Al poco tiempo tuve que asumir que, algunos fines de semana y vacaciones diría adiós a mi hija mayor en cuanto me separara de su padre.....
Ay, Bea... Qué achuchón te daba ahora mismo, de verdad. El mismo que te he dado cada vez que Beíta se ha ido con su padre, cuando todas las ohaneras mirábamos el calendario y tachábamos los días, porque te hemos acompañado en esa ausencia como hemos podido y/o sabido.
ResponderEliminarYo también he vivido ese otro adiós "definitivo", el primero que tuve que decir en mi vida, con la marcha de mi abuelo y justo después del HOLA a Grandullón.
Y así es la vida, igual que la maternidad: hola y adiós. Encuentros y desencuentros, principios y finales, origen y final, presentaciones y despedidas. Pero siempre, siempre, COMPAÑÍA.
GENIAL, BEA.
Hola preciosa...
ResponderEliminar¿Sabes que te entiendo, verdad? Que te entiendo porque siento exactamente lo mismo que tú. Y no, una no se acostumbra a eso nunca. Me consuelo al pensar que no es un adios, es un hasta luego, no es por ponerme romántica ni poeta, pero a mí en cierta manera me consuela... Qué difícil es separarse de un apéndice de una. Bueno... ya hablé de ello en mi primer post del AZ. Sólo puedo decirte que estoy ahí cuando me necesites, cuando estés pasando un momento de bajón, estoy ahí. Siempre, abierto 24 horas.
Un beso cielo.
No me puedo poner en tu lugar, pero imagino que a esos adioses nunca te acostumbras....Por mucho que sepas que es por su bien, porque quiere, que busques mil razones, supongo que duele igual.
ResponderEliminarbueno, pero es A de adios, pero más A de hAsta pronto, no?
besos
Bea... estoy llorando de emoción... me sumo a Nieves y ya mismo correría a darte un abrazo muy muy grande!!! Que duro es decir adiós... a nuestros hijos porque es como si nos faltara una parte de nosotros, sea por una decisión que se tomó antes o por las circunstancias... y a nuestros padres porque por más que nos digan que estamos preparados para perderlos es pura mentira... Es cierto que la maternidad es un continuo hola y adiós como dijo la morada... Pero que lindo es saberse acompañada de tus más preciados tesoros... la maternidad nos quita, pero es mucho más lo que nos da!!!
ResponderEliminarMaravillosa entrada!!!
Te adoro locamotora!!!
Bea, qué injusta y caprichosa es la vida, cada día soy más consciente de ello, pero efectivamente, nuestra vida está llena de idas y venidas, de holas y adioses, es un proceso cíclico que se repite una y otra vez.
ResponderEliminarLo de tu padre, piensa que es un hasta luego (yo estoy en la misma situación) y lo de tu hija es hasta dentro de unos días, así que no te sientas mal, aunque imagino que es fácil decirlo sin estar en la situación.
Un besito enorme!
Buufffss... ese adiós debe doler mucho, casi prefiero la opción de vero de un hasta luego.
ResponderEliminarMe ha llegado tu post...
Me gusta como dices que sólo es una cuestión física, porque hay muchas más cosas que nos unen a ellos.
ResponderEliminarLo hemos hablado lo de tu papá y lo de la niña.
Así que sólo darte un abrazo enorme virtual, y recordarte, aunque lo sabes, que estoy aquí.. Para cuando lo necesites.
Bea.. Mucha fuerza y mucho ánimo para esos adioses que tanto nos duelen y que nos hacen aferrarnos a las cosas que no se ven pero se sienten. A Dios, a la vida del más allá o aunque sea, a los recuerdos. Porque como dice Majo, para nosotros ellos siguen estando aquí, pero de otra forma.
ResponderEliminarMe has dejado emocionado viva.
Un abrazote!!
Bea, preciosa, mucha fuerza para enfrentarse a esos adioses, a los temporales y a los definitvos, nadie se acostumbra a eso.... solo hay que vivir con ello, esperando que llegue rápido el Hola!
ResponderEliminarUn besazo enorme!!!
Bea,
ResponderEliminarNo puedo parar de llorar. He leído cuatro veces tu último párrafo...
Te diría mucho pero el nudo que se me ha puesto en la garganta me está haciendo hasta daño. Estoy a punto de decir adiós a una de las personas que más quiero en mi vida, es cuestión de días, semanas... Ojalá el tiempo parara para siempre.
Un abrazo gordo, Bea.
Dura pero preciosa entrada <3
Bea mucho animo lo de tu hija es mejor pensar que es como un campamento y que luego os cogeréis con más fuerza y lo de tu padre pues es mejor pensar que es sólo físico, que él te ve desde donde está y esta conectado contigo. un besazo
ResponderEliminarBea, sé lo duro que es para ti lo de tu padre y lo siento muchísimo ya lo sabes. También la separación de tu hija, aunque sepas que es un hastaluego, te duele igualmente y no te logras acostumbrar. Lo bueno es que ella siempre vuelve y volverá a ti, no te preocupes.
ResponderEliminarRespecto a los otros holas y adioses...son como las luces y las sombras, los unos son porque están los otros. Ley de vida.
Odio las despedidas igualmente
Un besazo!
Ufff Bea. Como entiendo y comparto tu sufrimiento. Que dolor pasé cada vez que Lucas se iba con su padre, cada fin de semana era un batacazo. Por suerte para mi, que no para el niño, aunque a la larga también, su padre decidió desaparecer y ya no tuve que volver a pasar por esos adioses de fines de semana.....
ResponderEliminarO eso creía yo. Nunca me iba a imaginar que mi segunda relación se rompiera también. Y lo más difícil de la separación fue pensar en esos momentos, cuando mi peque tenga que irse con su padre. Se me parte el alma. Por suerte aún es muy pequeña para dormir fuera de casa y "solo" se va unas 3 o 4 horas cada fin de semana. Pero se me hace taaaan duro. Y pienso cuando esas horas se conviertan en días y cuando esos días sean quincenas en verano. Uf, que duro ese adiós para una madre separada. Te entiendo tanto...
El otro adiós, el de tu padre, ese tan injusto, espero que siempre estén su luz en tu interior.
Un abrazo enorme amiga